25 agosto 2010

Os doy la charla

Ayer volví a ver el documental "The war on democracy" y ya que estaba volví a ojear un libro que me parece imprescindible, "La doctrina del shock" de Naomi Klein. El documental va acompañado de una carga ideológica importante desde la primera toma, no obstante, no persigue la objetividad sino la denuncia y poner en conocimiento de la sociedad cosas que muchos sabemos pero que la gran parte de la gente desconoce.
La pregunta que me hago es porqué tenemos la enorme capacidad de dar por buenas determinadas políticas y las vemos como algo "que tenía que ocurrir". Nos informan medios que nos desinforman, probablemente, pero no mantenemos en absoluto una voz crítica, una altura de miras, un cierto grado de lucidez frente a lo que nos viene encima. Leyendo ensayos como el de Naomi Klein o "El mundo según Monsanto" llegamos a la conclusión de que la democracia no existe, que sólo somos marionetas, consumidores, valemos lo que nuestro poder adquisitivo y nada más. Sin embargo yo me pregunto porqué siempre se desclasifican los documentos de la CIA, porqué en Estados Unidos existe ese acceso a la información que permite la existencia de documentales y ensayos. En Europa no se tiene constancia de nada, todos somos buenos, nada se sabe de la relación de Francia o de quien sea con los golpes de Estado en África, poco sabemos de lo que ocurrió en Ruanda, es decir, de nuestra implicación directa en lo que allí ocurrió.
Vivimos anestesiados, aceptamos lo que nos venga, y tras una buena dosis de crisis, provocada por ellos mismos, serán ellos quienes nos salven con sus políticas, de liberalización y privatización, o lo que es lo mismo, dame lo tuyo que ya me lo quedo yo que lo hago mejor, y si eso te cobro mañana por hacerte lo que hoy es gratis, o por lo menos no lo pagas directamente.
Siempre se habla en las noticias de revueltas, campesinas, indígenas... y se los disfraza de salvajes y radicales que no aceptan las reglas del juego, que no quieren aceptar con el estado de derecho... pero en cuanto se rasca en esas revueltas siempre piden cosas sencillas, acceso al agua, que no se privaticen cultivos comunales, cosas así.
Y lo peor de todo es que no hacemos nada, y nada podemos hacer desde el sistema. Es trágico.

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