21 noviembre 2007

Nautilus
Frágil y en la sombra me muevo como un fantasma en tu oscuridad, eres mi sol. Me miras a lo lejos y manejas mis huesos de alambre a tu antojo, con tu mirada de fuego descascarillas mi superficie y arrebatas al corazón su aliento cuando salgo de mi escondite. Despacio, muévete despacio y salta los charcos donde reflejarnos al aire libre, tú y yo. Sumérgete en mi mundo de tinieblas y soledades y bucea sus abisales profundidades, descubre sus tesoros y sus silencios. Salta a la superficie mañana convertido en amanecer radiante, pero quédate aquí esta noche, alimentando mis sueños, acomódate a mi almohada y no me abandones, no esta noche.

Etiquetas: