07 junio 2007

Hagamos un trato - Mario Benedetti

Compañera, usted sabe
que puede contar
conmigo,

no hasta dos
ni hasta diez
sino contar
conmigo.

Si algunas veces advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar
conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe
que puede
contar
conmigo.

Etiquetas:

3 Comments:

At 7 de junio de 2007, 23:11, Anonymous Anónimo said...

Que grande, Benedetti.

Esta también mola:

La esperanza tan dulce
tan pulida tan triste
la promesa tan leve
no me sirve

no me sirve tan mansa
la esperanza

la rabia tan sumisa
tan débil tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve

no me sirve tan sabia
tanta rabia

el grito tan exacto
si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro
no me sirve

no me sirve tan bueno
tanto trueno

el coraje tan dócil
la bravura tan chirle
la intrepidez tan lenta
no me sirve

no me sirve tan fría
la osadía

sí me sirve la vida
que es vida hasta morirse
el corazón alerta
sí me sirve

me sirve cuando avanza
la confianza

me sirve tu mirada
que es generosa y firme
y tu silencio franco
sí me sirve

me sirve la medida
de tu vida

me sirve tu futuro
que es un presente libre
y tu lucha de siempre
sí me sirve

me sirve tu batalla
sin medalla

me sirve la modestia
de tu orgullo posible
y tu mano segura
sí me sirve

me sirve tu sendero
compañero.

 
At 8 de junio de 2007, 17:39, Anonymous Anónimo said...

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.


Muy grande...

 
At 23 de junio de 2007, 20:11, Anonymous Anónimo said...

Sabía que tu si sabrias apreciar al uruguayo. Un genio en lo que se ponga con una pluma. No tenía que morirse nunca. El día que se le ocurra tendremos que mirar por la noche a la luna para gritarle porque lo has permitido, egoista.
Sotnas77.

 

Publicar un comentario

<< Home