El post anterior iba dedicado especialmente para esa bibliotecónoma que insiste en que vivimos una vida inspirada en canciones del lado más melancólico del pop.
En mi opinión vivimos como queremos, o podemos, pero sentimos como hemos aprendido. A mí me cautivaron desde siempre estas letras, estas historias. Como siempre he sido tímido en los bares, como nunca he creído ser capaz de gustar a nadie, he revestido mi alma de una capa de barniz melancólico, he llenado los cajones de mi corazón con historias inventadas, y he creído en el amor imposible, en el amor que perdura a pesar del rechazo y gracias a cuya tenacidad, tesón y coherencia se impone. He vivido con la imaginación más que con los sentidos, y precisamente por eso nunca ha funcionado ninguna relación. Y sí, es así, en este refugio he encontrado un hueco en el que lamerme las heridas, con canciones como "la noche inventada" o "qué nos va a pasar" y seguiré buscando ese corazón azul de nadadora perdido en algún lugar. Aunque Gonzo insista en que soy un puto popero de mierda y que viva el rock'n'roll, pues que viva el rock, a mí dejadme tranquilo en mi esquinazo, que no molesto a nadie. Ni me voy a disfrazar de popero ni de moderno, que ya tengo la personalidad bastante consolidada como para andar buscando mi identidad por ahí...
Etiquetas: Vivencias
1 Comments:
Mírándolo por el lado bueno, de momento no te has comprado una harley.
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