18 julio 2007

El post anterior iba dedicado especialmente para esa bibliotecónoma que insiste en que vivimos una vida inspirada en canciones del lado más melancólico del pop.
En mi opinión vivimos como queremos, o podemos, pero sentimos como hemos aprendido. A mí me cautivaron desde siempre estas letras, estas historias. Como siempre he sido tímido en los bares, como nunca he creído ser capaz de gustar a nadie, he revestido mi alma de una capa de barniz melancólico, he llenado los cajones de mi corazón con historias inventadas, y he creído en el amor imposible, en el amor que perdura a pesar del rechazo y gracias a cuya tenacidad, tesón y coherencia se impone. He vivido con la imaginación más que con los sentidos, y precisamente por eso nunca ha funcionado ninguna relación. Y sí, es así, en este refugio he encontrado un hueco en el que lamerme las heridas, con canciones como "la noche inventada" o "qué nos va a pasar" y seguiré buscando ese corazón azul de nadadora perdido en algún lugar. Aunque Gonzo insista en que soy un puto popero de mierda y que viva el rock'n'roll, pues que viva el rock, a mí dejadme tranquilo en mi esquinazo, que no molesto a nadie. Ni me voy a disfrazar de popero ni de moderno, que ya tengo la personalidad bastante consolidada como para andar buscando mi identidad por ahí...

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1 Comments:

At 20 de julio de 2007, 0:14, Anonymous Anónimo said...

Mírándolo por el lado bueno, de momento no te has comprado una harley.

 

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