Ya estoy de vuelta de la boda de Mónica, por supuesto estoy roto, con el estómago destrozado a causa de un no parar de beber durante dos días enteros... así nos las gastamos a nuestra edad, madre mía, qué dolor.
Ayer el pedo me dió llorón y me abracé a todo el mundo lloriqueando como un mocoso... no sé el motivo pero ahí andaba con los lagrimones.
Empieza mi última semana de vacaciones.
Etiquetas: Vivencias
2 Comments:
tú última semana de vacaciones, implica... mi última semana antes de los exámenes... ayayayayayayayayayayayayayayay
Llorar es humano y dignifica, pero no olvides que es más humano reir, desvariar y pasar de todo. Quizá algo de teoría de la autodestrucción te viniera bien, todavía aspiras a demasiado de esta puta vida.
Animo y adelante, espero que el próximo pedo tenga que abrazarte para que no te caigas de la risa.
Salud y República.
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