E allora?

Fue de repente y a la que quise darme cuenta mi vida había vuelto a cambiar. Más allá de los motivos que empujaron a mi empresa a despedirme, que no comprendo ni comparto, el hecho es que me vi en la calle. Con dinero fresco en el bolsillo y la seguridad del paro por dos años. E allora? Me preguntó una amiga mía.
Pues es una pregunta para la que no sé si estoy preparado, ya que los días se han sucedido y ya ha pasado una semana sin que realmente haya tomado conciencia de la relevancia de los acontecimientos. Y sin embargo estoy mejor que nunca.
Me siento lleno de energía y Granada brilla de una forma diferente. Los proyectos se agolpan en mi cabeza, casi todos ellos relacionados con la fotografía. Y una ola de buen rollo impregna todo lo que acometo.
Mientras escribo suena la canción “come dancing” de The Kinks, que resume muy bien el estado de ánimo desde el que escribo, lejos del abatimiento o de la melancolía de otras veces miro al futuro lleno de ilusiones.
Debo agradecer a mucha gente este estado, en especial a todos mis amigos, esos que silenciosamente están siempre ahí, algunos de los cuales llevan casi 28 años compartiendo vivencias conmigo. A todos ellos les debo el sentirme tan seguro de mí mismo en estas circunstancias, el saberme querido y respaldado, el saberme que estoy por encima de las circunstancias coyunturales. Pero sería injusto si no dijera nada de mi familia que ha estado a la altura de las circunstancias y me ha arropado en lugar de volcar sobre mí ciertas responsabilidades. En especial me llegó mucho la frase de mi padre al dejarme el lunes por la mañana en la estación sur de autobuses… “tú tranquilo, y mucho ánimo que estamos contigo”. Tan diferente del “a mí me daría vergüenza” con el que recibieron mi despido de 2002, cuando decidí escaparme e irme a vivir a París.
Pues eso, come dancing… o el shake shake senora con el que se te van solos los pies.
Hay que vivir el hoy y el ahora, que esto se acaba y ya nunca volveré a tener veintinada… y en nada cumpliré treinta y dos… así que a vivir de las fotos, atacar las bodas, lo que haga falta.
Y seguir escribiendo, como nunca.
Allora… bisogna essere felici… ecco cosa bisogna fare!