09 julio 2007

Es cierto que cada vez que hablo en este blog de Zaragoza es para bien... la verdad es que estoy bastante contento en esta ciudad, con sus distancias, su vidilla, y con cómo me han tratado en general las gentes que voy conociendo por aquí. El caso es que no quiero parecer (ni tampoco serlo) demasiado empalagoso así que aquí va mi último episodio sobre las bondades de Zgz... como no podía ser de otra forma lo mejor que tiene esta ciudad no es el Pilar ni Amaral ni Héroes del silencio... lo mejor es LA LIBRERÍA con mayúsculas. Ya la conocía de oídas sin haber estado nunca aquí, de hecho ha sido premiada varias veces por las asociaciones de libreros. Un día se me ocurrió llamar para ver si me podían decir algo y orientar cuando andaba ciego haciendo el plan de viabilidad para mi malograda Libre de Malasaña (actualmente tienda regentada por un árabe que hace de chino) y me trataron con mucha amabilidad aunque no me resolvieron grandes dudas, eso sí, me dieron unos teléfonos y direcciones de empresas especializadas en merchandising de libros. En fin, la semana pasada me dejé caer por la Pza de San Francisco y entré, la librería es bastante normal vista desde fuera pero lo que es realmente increíble es que apetece comprarse TODO lo que hay dentro. Abrumado por los impulsos de compra que me llegaban por todas partes no tuve más alternativa que blandir mi VISA como arma para reconciliarme con la ansiedad y angustia generadas por tan compulsivos deseos. Y me fui con un buen lote al hotel... así que nada, tengo una gigantesca lista de libros pendientes desde que empecé a trabajar en banco gallego con el daño colateral que supone saquear librerías con nocturnidad.
Como nota adicional que no viene a cuento comento que en la Fnac de Valencia encontré TODOS los singles de Camera Obscura perfectamente ordenados en su correspondiente apartado y dejé el correspondiente apartado vacío.

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