10 septiembre 2007

Ha costado pero creo que ya estoy curado. París 2004 - Zaragoza 2007
Esta me gustaría que fuera una carta diferente, me gustaría que fuera dulce como un susurro y te acariciara en esos momentos en los que nos sentimos solos y la vida parece que pesa más y cuesta caminar sobre los charcos. Podría ser una carta que te incitara a ser más feliz, que estimulara tu imaginación y la llevara a ese paraíso que todos buscamos. Hoy cumples veintiuno mientras pienso en ti como lo hago desde que cumpliste veinte. Me gustaría estar allí contigo para darte un abrazo, como el de casa de M. pero sin gente y sin prisa. Los dos solos con toda la vida por delante. Me he releído todo lo que te he escrito, los correos electrónicos y las cartas, y creo que nada más te puedo decir ya. Puedo intentar empujarte y darte ánimos, recordarte que eres una persona maravillosa, regalarte mi corazón y mis libros preferidos, pero no puedo hacer mucho más desde aquí. El viernes me iré a Santander de vacaciones, estaré hasta el martes, luego iré a San Sebastián y luego estaré demasiado cerca de Pamplona como para no estremecerme y sin embargo es muy probable que me suba a un tren que me lleve a París, donde todavía viven mis sueños y donde podré verte reír con más facilidad. Podré imaginar con total libertad sin ser esclavo de los sueños, podré sentir la lluvia sin caer en el infierno. El infierno me esperará a la vuelta. El infierno fue la tarde del domingo sin estar contigo, desde Avenida de América arriba sin atreverme a bajar a volver a suplicarte. No lo hice un poco por dignidad y un poco por vergüenza pero me arrepentí tantísimo… al volver con mis amigos vino R., nos dijo que se iba a casar en marzo, todo se juntó, la exaltación de la amistad, la felicidad de seguir siendo todos amigos desde hace veintitrés años, la tristeza horrible por ti, por mi vida a la deriva, por este destino que no quiero porque vivo enamorado de ti, la cara de V. al verme regresar con las lágrimas recientes ardiendo en las pupilas. Todo se juntó y se nos fue de las manos a todos, bebimos y bebimos durante horas, hasta que cerramos el día demasiado pronto.
Vuela y sonríe. Así me solía despedir…
Muchas felicidades. Te quiero.
(escrito en octubre de 2005)
Audio :: A Cosa - Manu Chao (música Djanfa [Amadou et Mariam], coros Tonino Carotone)

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