BCN - 08
Ha sido una sensación muy extraña, estar en una ciudad que hasta ahora siempre había sido sinónimo de vacaciones y que de repente te observaba caminar sus calles con traje y corbata. Las distancias de repente se agigantan como cuando miramos por unos prismáticos al revés, y lo que en San Sebastián era un paseo agradable por la playa y el centro aquí se vuelve una distancia incomoda de salvar, acostumbrados como estamos a vivir en las grandes ciudades a golpe de metrobus. Pero lo esencial de esta ciudad sigue acompañándome a cada paso como la humedad que se pega en la piel y no te suelta. Hay algo mágico que no se describir, algo que no se definir pero que percibo a la perfección en cuanto llego. Quizás sea solamente eso, una sensación irracional o un invento de mi imaginación para justificar una idolatría exagerada. En todo caso estoy encantado de estar aquí.
De momento.
De momento.
Etiquetas: Vivencias
4 Comments:
Pues a disfrutarla buen hombre. Que las tardes pueden ser largas y las noches, según cuentan algunos iniciados, no acabar nunca.
Un saludo y cuidate.
No en vano el poeta Joan Maragall se refería a ella como la gran encisera (hechicera).
Bienvenido.
a disfrutar!!!
besos
Ahora que no estoy estas alli... si es que... eres lo que no hay :P
besos,
E.
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