22 enero 2011

Albè Central


A veces me siento como si caminara por una estación de tren y me dedicara a saludar a la gente que toma trenes en todas las direcciones y yo nunca tuviera la determinación de querer subirme a uno.

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16 enero 2011

The video dept.

Llevaba mucho tiempo sin escribir, entre otros motivos porque ahora me ha entrado un absurdo sentimiento de pudor. A estas alturas y después de tanto tiempo ahora aparece este extraño ser. El pudor. No deja de sorprenderme la vida. Siempre me ha dado todo mucha vergüenza pero escribir era mi forma de evadirme, mi manera de revivir lo que en la realidad me negaba a mí mismo.
Hoy tengo que escribir porque no me he quitado el pijama en todo el día y es domingo. Porque he tomado suficientes cervezas y porque no estoy en mi mejor momento. El teclado me redime.
Un día entero acompañado por Spotify y renunciando a ir a un concierto muy bien acompañado, por otra parte. Algo se mueve por dentro, eso es innegable. Creo que la crisis vital con la fotografía empieza a ser demasiado profunda, tanto que empiezo a dar por sentado que el mundo de la corbata, las prisas y los atascos, el mundo de las finanzas y la productividad, es el que me pertenece. En estos días he constatado desde la distancia una absoluta falta de talento para la fotografía que ni siquiera el esfuerzo, la dedicación y el trabajo pueden ocultar.
Y suenan las canciones del último disco de The Radio Dept. el descubrimiento de la temporada. Tanto camino recorrido para verme igual que al principio, un bonito sueño. Quizás unas merecidas vacaciones de año y medio, quién sabe. Me siento muy raro, ajeno a mí mismo en ocasiones, como si hubiera vuelto a mudar de piel y no me reconociera en la nueva, sin sentirme del todo ajeno a ella. Algo raro, ya digo.
Y queda algo de vacío, claro. Siempre tiene que haber algo de vacío porque si no no sería yo.  Y sin embargo me siento más asentado en el mundo, como asumiendo con resignación un papel predefinido, como si lo anterior hubiera sido simplemente un capricho y esto el final anunciado hacia el que inevitablemente debía desembocar mi vida. Y eso no es lo que me hace sentir peor, sino el reconocimiento implícito de la falta de talento, admitámoslo, hay gente que ha nacido para hacer fotos. Pero por otro lado el arreglar la carrera profesional con otra cosa ajena a la fotografía me ha permitido encontrar en las fotos una vía por la que escapar, algo parecido a lo que fue escribir hace tres o cuatro años.
Todo está por vivir aún y lo ya vivido ahí queda, en el recuerdo. Y me apetece mucho dar un abrazo y alguna caricia, pero todo llegará. Todo siempre llega.

10 enero 2011

Me veo metiéndome de nuevo en una crisis vital... círculos que parecen concéntricos pero que en realidad no lo son, cada vez un poquito más cerca del agujero negro. Sensaciones ya vividas ante el vacío que deja el fracaso fotográfico.
Toca apretar, autoconfianza y autoestima. Más que nunca me veo solo ante esto.

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